Nunca serás fuerte.


Si vas a leer este artículo, no esperes imágenes de fondos alegres con letras blancas diciéndote que puedes lograr cualquier cosa, o una de Arnold con un comentario que te inspire a comerte el mundo. Hoy vengo a contarte la verdad, y la verdad es que nunca serás fuerte, ¿la razón? Hagas lo que hagas, nunca llegarás a sentirte como tal.

La mayoría de decisiones que tomes en tu vida se resumirán en dos: hacerlo o no hacerlo. Lo curioso es que serás tú mismo quien te impida avanzar, pensamientos como dispongo de poco tiempo, tengo demasiada edad, mi genética no es buena o me siento agotado son solamente excusas para no admitir que eres débil y que te da miedo el dolor, pero créeme, que a medida que vayas avanzando, lo necesitarás.
El dolor es algo temporal. Puede durar un minuto, una hora, un día, o incluso un año. Pero obviamente llegará el momento en el que desaparezca. Y el éxito lo sustituirá, pero si te rindes, durará para siempre. (E.Thomas)
Cuando te des cuenta de que realmente quieres enfrentarte a ese dolor, no esperes tener éxito desde el primer minuto, no vas a ser ese quaterback de banquillo que sale en el último minuto para ganar el partido, tu vida no se resumirá a una simple película americana. Lo intentarás, fracasarás, cogerás ese reto con más fuerzas, fracasarás mejor y con cada fracaso te darás cuenta que algo dentro de ti está cambiando, empezarás a ver el fracaso como un proceso necesario para conseguir tu objetivo, lo adoptarás como una parte de ti, convivirás con ello y desearás que sea mañana para intentarlo de nuevo.
Lo siento, pero éxito es solo una palabra sobrevalorada, todos hablan de ella, la asocian a felicidad, triunfo, poder, ¿realmente sabes que es el éxito? Éxito es hacer las cosas ordinarias de una forma extraordinaria. Todos podemos coger una mancuerna, limpiarnos el sudor, notar como nuestras pulsaciones se aceleran por aguantar la respiración durante el movimiento, prepararnos una ensalada o descansar por una lesión, pero pocos somos capaces de hacer esto día tras día, y sobre todo, querer hacerlo el resto de tu vida.
Escucharás que es triste dedicar tu vida de esta forma, que si tuviesen tu tiempo, tus suplementos  estarían como tú, si realmente haces caso a estos comentarios, seguramente necesitarás volver a leer el segundo párrafo.

Sea cual sea tu estado actual, no tengas prisa en empezar un proyecto. No quiero que termines de leer esto, te pongas tus zapatillas de 80€ que has usado para dos partidos de pádel y hagas 4 horas de ejercicio, porque seguramente eso es lo que llevas haciendo desde hace años y es la razón por la que has odiado esto. Únicamente quiero hacerte reflexionar sobre tu capacidad de sacrificio, y si realmente crees que has dado todo por conseguir esa marca, ese físico o ese cambio que llevas deseando desde hace tiempo. Seguramente si te pregunto si recuerdas un momento de esta semana donde has podido dar algo más, casi seguro me responderás con un sí. Sentirás que la meta que antes veías como casi imposible, ahora que lo has conseguido es algo insignificante.
Esta es la verdadera razón por la que nunca serás fuerte, porque tu no entiendes esa palabra, sabes que eso no va contigo, tu solo sabes que debes empezar antes, trabajar más duro, y terminar más tarde. Esta es la autentica razón por la que debes motivarte TÚ MISMO, porque en los momentos más delicados esas imágenes de fondo negro y frases alegres no son las que van a venir a tu mente, si no tus miedos, así que espero que estos párrafos te hagan recordar el motivo por el que comenzaste o por el que vas a comenzar. 


0 comentarios:

Publicar un comentario